CAP. 2 -ETIQUETAS EN LA PIEL-
Justo después de cenar y antes de ir a dormir
Qtrez pasa cerca del observatorio... Mientras escucha algunos ruidos se da cuenta
de que todavía las luces en la popa de la nave están
encendidas. Se pregunta qué pasará.
Llegando al fondo del pasillo las enormes puertas
del observatorio se abren a su paso, deslizándose primero rápida y ligeramente hacia
abajo, y automáticamente después, se ocultan abriéndose hacia los lados; y él se adentra en la sala lentamente con su paso fino y desgarbado. Desde la entrada, mira atentamente las
proyecciones que hay al fondo del observatorio, como encantado, mientras desenvuelve su bombón de
chocolate diciendo - ¿Es que no te cansas nunca de trabajar? Celeste...
Celeste desconcertada, se da media vuelta lentamente
pasando el brazo por encima de la silla, y lo mira firmemente a los ojos.- ¿Y
tú, no te cansas nunca de comer bombones?...Le echa una media sonrisa y devuelve
la mirada a los paneles mientras le dice. -Qtrez, ¿Tú la conoces?.
-No. Pero es muy guapa, la chica realmente tiene
un buen envoltorio. Quién sabe si se lo quitas, si estaría más dulce el bombón
que me acabo de comer, pero…Eso nunca se sabe hasta que no se conoce a las
personas por dentro, -resuelve Qtrez, detrás de una picara e indulgente sonrisa-
-Vaya señor Qtrez, me sorprende su elocuencia
de antes de ir a dormir…-Dice Celeste- Te presento a Alicia. Tiene un
problemilla de etiquetas en la piel…
-¿Eso qué quiere decir exactamente…?. ¿Qué
debajo del envoltorio tiene etiquetas?, o ¿qué tiene tatuajes de etiquetas por
todo el cuerpo?, o ¿qué trapo que se pone etiqueta que se le pega?...No
entiendo lo que quieres decir, Celeste.
-Escucha lo que dice ella:
-“Si hubiese alguien en este mundo que
pudiese entenderme o escucharme…”-Pensó Alicia-
-Qtrez dice sorprendido.-Celeste, dime que tú
simplemente estabas buscando el supermercado para la incursión y te encontraste
con ella sin querer….
Justo en ese mismo momento comienzan a tomar
forma las imágenes en el panel interactivo gigante, y empieza a proyectarse frente al cristal del observatorio el caso de Alicia en el supermercado . Qtrez y Celeste se miran a la vez entre sí, y
al instante, ambos devuelven sus dos miradas interrogantes al panel central donde se desarrolla
la escena …-
Alicia, que ahora leía más en el super que la biblioteca, durante la compra miraba la
etiquetas de los artículos y los escogía a su conveniencia según cada
componente. Así los que entraban en la cesta, iban siendo consecuentemente
elegidos por sus aportes nutricionales, por sus gustos y preferencias.
Mientras Alicia hacia la compra...Observaba
como los demás usuarios se acercaban a las estanterías para retirar sus productos. Ellos los miraban fijamente durante tan solo unos segundos, e instantáneamente, parecía que sufrieran un flechazo inexplicable. Los
consumidores se sentían peligrosamente atraídos por aquellos alimentos que les
resultaban irreflexivamente apetecibles.
Y así, con la mirada golosa y el gesto decidido los cogían de las estanterías, y
los depositaban en sus cestas, arrojándolos si más pensamientos dentro de aquellas....
Aquel mismo día
Alicia estaba algo triste y le dio por pensar… - “ ¿ Soy yo como aquel set de
manicura que coge esa señora y del que sólo te acuerdas cuando te partes una
uña? . Y allí está Alicia la benevolente, con su franca sonrisa, y su buena lima
para repararla. O quizás, podría estar
entre los artículos que se arrinconan en la sección de limpieza e higiene del
supermercado; esos que usas sólo cuando necesitas, y que siempre te dejan un
delicado y fresco perfume…¿Estaré
catalogada como un artículo ubicado cerca de la comida de perros y
gatos?, ¡jolines en la sección de mascotas! Que bajo he caído...
Después de todo,-discurría Alicia- parece
como si la gente que me rodease, me etiquetara fuera de la categoría de
productos y alimentos que consumen habitualmente. Quizás soy alguien poco
apetecible a quien no necesitan frecuentemente en su vida…
-Qtrez,
sabemos que todos los terrestres tienen etiquetas, es verdad, aunque también es
cierto que algunos de ellos son más o menos capaces de ignorarlas. Ese es el verdadero
problema de Alicia, ella no es realmente capaz de ignorar sus etiquetas. Las lleva tatuadas en la piel y en su corazón. Es un ser especial al que todavía le quedan los sentimientos.
-Celeste, esto es realmente grave…¡te has puesto
a escuchar sus pensamientos!, Digo… ¿La gente en el siglo en XXI todavía hace eso?
-Sí lo hacen. Y además, para que lo sepas, ella ha
querido compartir sus pensamientos con nosotros.
-¿Y tú como lo sabes?
-Pues como has podido escuchar, ella
abrió su canal de pensamientos en aquel momento, y al instante se sintonizó
con nosotros, bueno conmigo. En definitiva, yo le di unos cuantos giros a la
ruleta, sin querer, y claro la intercepte casi sin darme cuenta. Así que...Ahora nos toca ayudarla.
-¡Nosotros estamos aquí para observar, Celeste¡
No podemos intervenir de esa manera…
-Ya veremos qué hacer, Qtrez….Ya veremos… Por
cierto, no te olvides de que mañana tenemos nuestra primera incursión fuera. Nos
vamos los dos juntos en misión de compras. ( Continúa...)
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